Comprueba la Fiscalía en pericia forense para esclarecer causas de muertes de 124 internos acusados de pertenecer a Sendero Luminoso y el MRTA, bajo el primer gobierno de Alan García, en junio de 1986.
Presentan en su mayoría los cráneos y tórax destrozados, lo que revelaría que no solo fueron ejecutados, sino que sus asesinos además intentaron borrar las pruebas.
Conclusión que arribaron los abogados de los deudos de la matanza del Penal de Lurigancho que participaron en la exhumación realizada, en distintos cementerios de Lima, por la Primera Fiscalía Supraprovincial, a cargo de la fiscal Edith Chamorro.
Conclusión que arribaron los abogados de los deudos de la matanza del Penal de Lurigancho que participaron en la exhumación realizada, en distintos cementerios de Lima, por la Primera Fiscalía Supraprovincial, a cargo de la fiscal Edith Chamorro.
Fueron desenterrados los restos de 30 de los 120 presos ultimados, para verificar si fueron asesinados por la Guardia Republicana que sofocó su amotinamiento del 18 de junio de 1986, en el Penal de Lurigancho.
En el cementerio de Ate Vitarte, el jueves pasado fueron desenterrados siete cuerpos, y todos ellos, según el abogado Sebastián Chávez, presentan indistintamente el hueso frontal del cráneo y el tórax destrozados.
CADÁVERES DESTROZADOS
“Hay un patrón común en los desenterrados: sus cráneos y el tórax, por el lado del corazón, están reventados. Les reventaron el cerebro y el tórax luego de su asesinato, para evitar que se sepa que murieron por ajusticiamiento”, es decir liquidados a sangre fría, cuando habían sido tomados prisioneros, sostuvo Chávez.
El diario LA PRIMERA estuvo en la diligencia fiscal del jueves pasado en el cementerio Presbítero Maestro, donde fueron abiertos las ataúdes de seis acusados por terrorismo, a pesar del cordón policial que nos impedía acercarnos, pudimos cerciorarnos que al menos tres de ellos presentaban las mismas características que los cuerpos de Ate. El cadáver de Pedro Pablo Gallegos Villajuana, por ejemplo, presenta una gran abertura en el lado derecho del hueso frontal del cráneo, que demostraría también haber sido ajusticiado, aquella madrugada del 19 de junio de 1986.
“A Gallegos Villajuana o le destrozaron el cráneo con una bala de fusil o se cayó de cabeza de un edificio”, comentó nuestra fuente fiscal.
FUE UNA MATANZA
Otro caso es Manuel Cabrera Hernández, acusado de terrorismo y muerto en Lurigancho a los 32 años. Tras 27 años, sus restos sepultados en el cementerio municipal de Chorrillos fueron desenterrados para buscar la verdad del develamiento de los penales.
Un familiar suyo, ha quien le fue permitido observar de cerca la diligencia y que prefirió no ser nombrado, contó que la osamenta presenta un agujero en el hueso frontal del cráneo, el mismo patrón que los anteriores.
Entre aquel 18 y 19 de junio de 1986 no solo se dio el sofocamiento del motín en el penal de Lurigancho, sino también en el penal de mujeres de Santa Bárbara, donde también se amotinaron presas por terrorismo, así como en el penal de El Frontón.
El caso de la matanza en este último presidio está en vísperas del juicio y están acusados oficiales de la marina, sin embargo, sin que el expresidente García figure entre los acusados.
fuente: La Primeraperu.pe
EL ITINERARIO DE EXHUMACIONES CONTINUA ...
